— Buenas tardes tía. ¿Cómo está usted hoy?
— Estoy un poco agripada.
— ¡Pero siempre está muy bonita tía!
— Tía Lucrecia: Gracias hijo. ¿Cómo están ustedes en casa?
— Todos estamos bien. Mi mamá está muy contenta.
— ¿Por qué está contenta tu mamá?
— Bueno, mi papá estuvo de viaje, pero ya está en casa.
— Pues gracias por la visita. Siempre estás pendiente de nosotros.