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english Bricolaje

Me gusta arreglarlo todo con mis propias manos. Esto no solo es divertido y entretenido, sino también económico. Por eso, cuando tuve que hacer un par de chapuzas en nuestro apartamento, sabía qué hacer: comprar materiales y ponerme manos a la obra. Hoy en día, si dispones de las herramientas adecuadas y miras unos cuantos tutoriales en Internet te puedes convertir en pintor, fontanero o diseñador de interiores… bueno, al menos, hasta cierto punto.

Debo admitir que no soy amigo de la fontanería. Pero, con un poco de paciencia y esfuerzo, el verano pasado, entre mi mujer y yo, pudimos cambiar todas las tuberías viejas y renovar el cuarto de baño. Pero el gran reto fue azulejar. Nunca había puesto un azulejo en toda mi vida, y me costó muchísimo colocarlos como debe ser. Me llevó una semana hacer el trabajo que un profesional hubiera hecho en un día. Pero el resultado final valió la pena.

Ahora nuestro baño está como nuevo.

A mí lo que se me da bien en esto de las reparaciones domésticas es pintar. Cojo los rodillos, la pintura y me pongo la música a todo volumen. Si realmente te gusta pintar, puedes conseguir que una pared vieja y fea se convierta en un mural que hará que tu casa parezca mucho más moderna. Esta semana, entre mi mujer y yo, hemos pintado los techos y las paredes del pasillo. En el salón decidimos usar papel pintado para darle un toque de originalidad. Ahora la casa parece otra. Este viernes vamos a invitar a unos amigos para que vengan a cenar y vean de paso lo manitas que somos.