Los expertos nos informan constantemente de que gastamos demasiado tiempo viendo la televisión y nos advierten de que esto no es bueno para la salud. Sin embargo, muchos opinan que, después de un largo día, no hay nada como sentarse en el sofá, encender el televisor y disfrutar de un nuevo episodio de nuestra serie favorita.
Durante mucho tiempo, la televisión era considerada la hermana pequeña y pobre del cine.
De hecho, los actores de cine rechazaban cualquier oferta para protagonizar una serie, mientras que cualquier protagonista de series soñaba con poder hacer películas algún día.
Hoy todo esto ha cambiado. En los últimos años, grandes actores y directores de cine se han pasado a la pequeña pantalla. Gracias a ello, hoy podemos disfrutar de series de gran calidad.
Alrededor de cada nueva serie, se crea todo un universo para sus fans. De la noche a la mañana, todo el mundo habla del último capítulo y de esos actores desconocidos que se han transformado en estrellas. En internet, los seguidores hablan sobre lo que ocurrirá en la próxima temporada, las tiendas venden camisetas con todo tipo de referencias a la serie y, vayas donde vayas, la gente incorpora a su vocabulario las frases de sus personajes favoritos. Incluso hay quienes planean sus vacaciones para viajar a las ciudades donde se han grabado sus escenas favoritas.
Lamentablemente, todo lo bueno siempre se acaba. El último capítulo de cada temporada nos obliga a estar un año entero esperando para saber qué ocurrirá. Además, un día se emitirá el último episodio de la última temporada y la audiencia se dividirá entre los que odien el final y los que piensen que la última escena es una obra maestra. Pero no debemos preocuparnos ya que, antes de que terminemos de secar nuestras lágrimas, comenzará una nueva serie con nuevos intérpretes y nos volveremos a pegar a la pantalla.