— ¿Tienes muchos amigos?
— No, no tengo muchos.
— ¡Qué pena! ¿Por qué?
— Porque no soy de aquí, soy de otra ciudad.
— Ah, claro. Entonces, aquí tienes pocos amigos.
— Eso es. Aquí tengo pocos amigos, pero en mi ciudad tengo muy buenos amigos.
— ¿Hablas con ellos?
— Si, hablo con ellos por internet o por teléfono.
— ¿Cómo se llama tu mejor amiga?
— Se llama Elena. Hablo con ella casi todos los días.
— ¿La echas de menos?
— Un poco. Pero así es la vida.